La crianza se inicia al momento del secado de la vaca; o quizás al finalizar la lactancia
anterior.
Debemos tener mucho cuidado el aporte energético para que la vaca llegue al parto con
una condición corporal óptima.
Se recomienda tener cuidado en el aporte de micronutrientes, tales como el selenio, su
deficiencia puede ocasionar partos prematuros y terneros nacidos muertos o débiles
Asimismo en este período las vacas requieren de un adecuado aporte de proteínas, no
sólo para el buen desarrollo del feto, sino también para que el ternero al nacer pueda
llevar a cabo una óptima absorción de inmunoglobulinas del calostro
Si la vaca no es secada dos meses antes del parto, o su alimentación no es ajustada a
una nueva situación, no va a tener el descanso necesario para el buen desarrollo y salud
de la cría, el calostro que produzca no será de la mejor calidad, o su condición corporal no
será la adecuada
Un prolongado déficit energético durante la gestación avanzada es responsable del
nacimiento de terneras pequeñas, débiles y de una alta tasa de mortalidad
Por lo tanto podemos ver que nutrición, salud y manejo van de la mano
Tener cuidado con la nutrición de la ternera recién nacida debemos tener presente, se
refiere a las necesidades de hierro, debido a que las terneras recién nacidas tienen un
mejor crecimiento si reciben una suplementación oral o inyectable de hierro, sobre todo
en las hijas de vacas primerizas, cuyos niveles de hierro en la sangre son extremadamente
bajos. Esto se debe a una pobre transferencia de hierro a la cría a través de la placenta.
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